martes, 26 de junio de 2007

Factor Mauricio, factor Macri

Algunos sabrán quién es Macri, y lo votaron. Otros no sabrán quién es Macri, y lo votaron porque Macri se transformó en Mauricio.

Eso es lo interesante al ver por qué PRO perdió en 2003 y por qué ganó en 2007.


En su primera postulación, Mauricio Macri fue Macri. El que decía "lo que pensaba". Lo de la mano dura, lo de meter presos a los cartoneros, lo de la privatización o arancelamiento de la salud pública y algo similar con las escuelas, lo de su amistad con Menem y con Puerta, e infinitos etcéteras. Todo lo que con este blog hasta ahora intentó sacarse a la luz. Ideas que representaban a ciertos sectores de la sociedad porteña, a saber, los de "derecha", los que querían hacer de Buenos Aires una Zürich a todo costo, como decía Aliverti en Página 12. Generalizando a un nivel demográfico, se puede notar esta división en el electorado de 2003 viendo su victoria en la zona norte y su derrota en la zona sur. Hubo una clara lucha de ideologías.


Este año, Mauricio Macri fue Mauricio. Se puso el disfraz que le diseñaron sus asesores de campaña internacionales y sus cuatro asesores de imagen. Le hicieron un muy eficaz estudio de mercado, que advirtió las demandas de la población, para luego capitalizarlas en afiches muy bonitos, siempre en tono positivo. Nunca "luchar contra el crimen", sino "más seguridad". Nunca "la basura", sino "la limpieza". Todo en la campaña fue en positivo. Tanto desde el "no agresión" (cosa que los del PRO dieron vuelta de una manera muy piola, diciendo que todas las verdades que se escondían detrás del disfraz de Macri eran campaña sucia y no verdades), como desde el "24 horas de propuestas". Siempre propuestas, tengan o no sustento. Cosas lindas, palabras agradables al oído, cosas con las que nadie esté en desacuerdo. Generaron un imaginario colectivo de una ciudad donde, como decía Sandra Russo, los pedos de los bebés no tienen olor y los chicos se pelean para ver quién le da el asiento a la anciana. Con este discurso tan abarcativo y abstracto, que abogaba por una nueva política, una mejor comunicación con los vecinos, el cumplir, el hacer, y demás, lograron atraer a una porción mucho más grande del electorado. Por supuesto que está el factor "anti-Kirchner", el cual estuvo ausente en 2003 debido a su reciente asunción entonces; pero lo principal en el caso de 2007, a diferencia del anterior, es que Mauricio captó ciertos votos, y Macri captó otros. Su electorado fiel, el que sabe quién es, el que sigue esperando la Zürich con la mano dura (de nuevo Aliverti), y el electorado nuevo, que se dejó seducir por Gaby y el chico de los ojos celestes.

La pregunta es ¿Mauricio, deberá rendir cuentas al electorado que lo votó por ser Mauricio y no por ser Macri? ¿O hará lo que hubiera hecho Macri en 2003? ¿Qué parte del disfraz que usó en esta campaña va a sacarse durante la gestión, y que parte tendrá que dejarse puesta a la hora de gobernar? ¿Va a rendirle cuentas a la ciudadanía? ¿Seguirá sirviendo el "Va a estar bueno Buenos Aires", durante su gobierno, para tapar el hecho de que Buenos Aires se va a transformar en Buenos Aires S.A.? Lo seguro es que un muerto durante la "erradicación" de la Villa 31 no sería algo fácil de perdonar, al menos por parte de los que votaron a Mauricio. Si tener como asesor en temas de seguridad a Burzaco, el mismo asesor de Sobisch, es algo que tendrá reflejo en los hechos, sólo el tiempo dirá.